viernes, 20 de noviembre de 2015

El Hilo Rojo

¿Conocéis algún niño que se caiga en el parque y no vuelva a jugar?

Quizá ocurra lo mismo con el amor.

¿Cuántas veces se puede romper un corazón?

Seguramente, las mismas que puedas volver a unir sus pedazos.

Sí, yo también me he prometido no volverme a enamorar. Yo también me he propuesto ser una isla. Yo también he jurado no volver a perseguir un imposible, mirar antes de cruzar, nadar y guardar la ropa, ponerla a secar incluso antes de que se moje, declinar amablemente cualquier oferta y continuar mi marcha, sin mirar atrás.

Y de repente, tú. Tú, que llegas con un océano de por medio, con un imposible bajo el brazo y con cien heridas que reconozco como propias. Apareces con mil peros y algún tímido “por qué no”. Llegas sin más, como la primavera o las buenas nuevas y lo revuelves todo y arruinas todos mis planes ermitaños y sorteas todas mis medidas de seguridad. Y sucede que esta vez, ni siquiera lo vi venir. No te vi venir porque probablemente ya estabas. Porque, según me cuentas, sujetabas el otro extremo de ese hilo rojo que sostiene mis alas, que nos une, más allá del tiempo, más allá de lo (im)posible, a pesar de la distancia.

Y ya estoy otra vez caminando por las nubes, ya mi loco corazón se apoderó de la razón, ya las noches sin sueño, ya los días soñando, la inseguridad a flor de piel, de tu piel, de esa piel que no he tocado y, sin embargo, me habita, me falta.



Y, estúpidamente quizá, creo en ti. Creo en ti y, cada vez más y gracias a ti, creo en mí.
Creo en hoy, me despreocupo de ayer y me invento el mañana.
Creo en cerrar las puertas que provocan corrientes, esas que estallan en portazos.
Y creo firmemente en las ventanas que nos abren universos.
Creo en árboles eternos cuyas raíces, cómplices, se entrelazan.
Porque he sentido caricias sin piel, besos sin labios, he sentido tus abrazos sin tus brazos.

Y por eso estoy en este avión sin saber si tocaré tierra firme y sin decidir si te besaré primero con los ojos o con los labios. 

Texto e imagen: Santi Jiménez

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