domingo, 3 de febrero de 2013

El sabio. Fotografía.

Es increible la capacidad del niño para aprender y para enseñar.
Qué pena que no siempre estemos dispuestos a asistir a semejante espectáculo. Los actos de los niños son lecciones de vida impagables. Por fortuna, yo he recibido unas cuantas de mis hijos y me siento muy afortunada por ello. He tenido la dicha de verlos crecer, de verlos manejarse con el mundo, de enfrentarse a las dificultades y espero poder seguir disfrutando de esto por mucho tiempo. Los he visto resolver con ingenio e imaginación situaciones cotidianas, juegos, momentos y me he encontrando a mí misma preguntándome cómo lo harían ellos en determinadas circunstancias.
Esa visión fresca, sin adulterar, alternativa, creativa de la vida, esa mirada limpia, sin filtros, eso, eso no tiene precio.


El sabio

Son tantas las veces que debo pedirte consejo.
Sólo me tengo que sentar a tu lado y escucharte.
Esperar a que me cuentes un sueño
o que me relates un plan de futuro.
Que me descubras tu última aventura,
tu último propósito,
 tu última decisión.
Tengo tanto que aprender.
Gracias por tu mundo,
gracias por tu mente clara,
virgen,
nueva.
Te amo,
 Álvaro.
Mil gracias por pasaros y hasta la próxima entrada.
Santi Jiménez.

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