lunes, 18 de febrero de 2013

Y además. Randy Pauch. Su Última Lección.

 



Por si aún no me he "desnudado" lo suficiente en las demás secciones de este blog, en este apartado, me gustaría compartir con vosotros todas esas cosas que despiertan mí, algún interés digno de mención más allá del mundo de la pintura y la fotografía.
Quisiera comenzar con algo que podría decir que ha cambiado mi vida, un video que una vez más me hizo replantearme las prioridades, reorganizar mi escala de valores, discernir lo que realmente importa. No está de más que de vez en cuando alguien te dé un toque de atención y te abra un poquito los ojos, al menos yo es algo que agradezco.
Así que un buen día llegó a mí este vídeo y en seguida lo quise poner en conocimiento de todas aquellas personas a quienes amo, no quería que nadie se lo perdiera, puesto que cada palabra me parecía un pequeño tesoro, un acierto.
Su autor es Randy Pauch, quien nos ofrece una auténtica lección de vida, Su Última Lección. En ella nos habla sobre la vida, sobre cómo vivirla, sobre los sueños, sobre cómo al vivirla correctamente los sueños vienen a nosotros, sobre la importancia de estar alegres a pesar y por encima de las circunstancias.
Emocionante.
Magistral.


Espero que lo disfrutéis y que os sea de provecho.
Atentamente,
Santi Jiménez.

viernes, 15 de febrero de 2013

El regalo. Óleo sobre lienzo 92x60 cms.

Siempre me resulta muy placentero empezar una nueva obra, esa emocionante sensación , ese vértigo ante el lienzo en blanco, tanta ilusión, tantas expectativas, es algo que hay que sentir, sobre todo si vas a pintar algo que realmente te motiva. Por eso, yo siempre intento llevarme la obra a mi terreno. Aun si se trata de un encargo, procuro llegar a un acuerdo con la persona que lo solicita en vistas a elegir un modelo que nos garantice un buen resultado, una obra que pueda defenderse, que merezca la pena ser pintada, necesito una motivación, necesito creer en lo que pinto.
Con el retrato y el desnudo, la parte de la motivación está resuelta, pues siento una especial predilección por ambas temáticas, como ya he comentado en varias ocasiones. En el caso del retrato, me permite captar algo más que el físico de las personas, algo así como capturar su alma, eso que nos hace diferentes, nos define, nos humaniza, nos confiere carácter, nos hace particulares, nos diferencia del resto a nivel espiritual, podría decirse. Por su parte, el desnudo, enfrenta al espectador con la esencia del ser humano, sin máscaras, sin tapujos, quita todo lo externo, todo lo material,  nos sitúa frente a la piel, tal cual llegamos al mundo, es el ser en esencia pura, sin abalorios, ese poder igualador del desnudo es lo que me atrae. En esa desnudez ya no existen categorías ni clases. Sin "disfraces", todos somos iguales.
En cuanto a los modelos, prefiero cuerpos reales, naturales, la belleza no es sólo una, los cuerpos llamados "perfectos" no me interesan especialmente, las redondeces, las curvas, me parecen más sensuales, más humanas tal vez, y quizá, permitan a una mayoría identificarse con la obra.



En esta obra en cuestión, fueron varias las motivaciones que mantuvieron mi entusiasmo de principio a fin, la disfruté muchísimo. Fue una sorpresa, nuevamente para mi cuñada, otro regalo de cumpleaños y además, la pinté en secreto, ella no sabía nada y no debía descubrirme. La pinté en el sótano, a escondidas. Como no encontré modelo disponible, tuve que coger una foto de internet (esto no me gusta) y transformarla. La foto original es del fotógrafo José Miguel Jiménez y se trata de una fotografía en blanco y negro, así que tuve que inventar el tono de la piel, esto fue divertido, intenté aproximarlo al tono dorado de la piel de mi cuñada, que era mi fuente de inspiración.
Me complace en esta obra la composición en diagonal, y el contraste que se produce entre las luces del cuerpo y el fondo oscuro. También me dejó satisfecha el escorzo de la pierna a nuestra izquierda.
El fondo lleva muchos colores: siena tostada, ocre, bermellón, carmín de garanza y otros en una primera capa y por último, negro y azul de prusia. En la piel puedo echar cualquier color, en esta ocasión partía como comento más arriba de una foto en blanco y negro, pero quería un desnudo más cálido, así que opté por: ocre, siena natural y tostado, bermellón, amarillo medio, algo de amarillo nápoles, sombra tostada, blanco, azul... uso los colores de manera intuitiva, a veces "me apaño" con lo que tengo en la paleta, creo que la obra se enriquece y se armoniza si vas usando pequeños toques de cualquier color que has empleado en distintas partes del cuadro.
En cuanto al proceso, esta obra la abordé pintando de lo general a lo particular y aplicando alguna veladura cuando el cuadro lo pide o para unificar algún tono o reavivar algún color.
Quedé bastante contenta con el resultado y a mi cuñada Vanessa creo que le gustó el regalo, que era de lo que se trataba.

Os dejo este par de vídeos sobre la evolución del desnudo en el arte desde la Antigüedad hasta el Barroco, el primero y desde el Barroco hasta el siglo XX, el segundo, por si hay algún interesado. Espero que los disfrutéis.

 
 


 
 
 
Muchas gracias por vuestra atención. Nos vemos muy pronto.
Saludos,
Santi Jiménez.
 

miércoles, 13 de febrero de 2013

14 de febrero, Cumpleaños de Alba. Fotografía.

Hace 5.110 días llegaste al mundo a las 4:50 horas a.m., madrugadora como siempre.
Desde el minuto cero, fuiste dueña y señora de mi mundo. Lo sé, fallo mío. Pero me tuviste a tu merced, sin comerlo ni beberlo, o tal vez, fue todo fruto de un plan perfectamente trazado por tan virginal y adorable criatura.
Nunca más fui una, nunca más estuve sola, jamás volví a ser egoista. La preocupación me ocupó, la protección y el amor se convirtieron en mi religión. Los sentimientos fueron excesivos por definición y para siempre. La razón se fue de vacaciones por un tiempo y fue bastante difícil soportame durante una larga temporada (pido perdón a los damnificados desde esta plataforma).
Por fortuna, las aguas se calman y nos fuimos adaptando y aunque nunca he vuelto a ser la misma, al menos, en lo que a ti respecta, he intentado ser mejor y tú, sin duda, me has hecho sentir mejor. Oh, oh, se acerca un primer "te quiero".
Como sabes, yo no quería que nacieses en esta comercial fecha, que en realidad, no es San Valentín, sino "el cumpleaños de Alba/ día de los enamorados, en ese orden, perdona", como bien tú dices.
Creo que tú y yo siempre hemos formado un buen equipo. Sabes que te echo bastante de menos, sí, aunque estemos todo el día juntas, aunque hablemos mucho, estudiemos, hagamos juntas los deberes, me dejes que te seque el pelo, te dé los jarabes y demás, resumiendo, a pesar de que me tengas felizmente esclavizada, yo lo que extraño son esos besos y abrazos alegres y espontáneos, no los actuales "sacacorchianos".
¡Feliz cumpleaños, princesa!


Permíteme que te regale unas letras, sé que te dan cosita mis cursiladas, pero es lo que hay, lo que me nace.

Y ahora no lo encuentro

Fíjate qué tontería, esta mañana me he asomado a tu cuarto y al verte asi, tan grande, me he dado cuenta de que se me han perdido un montón de cosas. Las he buscado por todas partes, pero no he encontrado casi ninguna. Ni rastro.
Dónde habré puesto yo aquel jueves en el que tú leías las páginas pares y yo las impares o qué habré hecho con esa piel transparente de tu frente que me permitía saberme el final de tus chistes, adivinar tus trucos de magia y conocer todas las respuestas.
Dónde habré metido mi preciado don para calentarte las manos y los pies como nadie y conseguir que me pidieses que me quede un poquito más en tu cama.
Por dónde andará nuestro insaciable veo-veo y con quién jugará ahora.
Y por último, que no se me olvide luego mirar muy bien debajo de tu cama, a ver si se han escondido allí nuestros "abrazos chillaos" y tus "te quiero más que a nadie".


Para ti, con toooooodooooo mi amorrrrrr, en lo que me has convertido te lo canta Shakira:




Muchas gracias por pasaros por aquí una vez más.
La próxima entrada, muy prontito y esta vez con una obra pictórica.
Saludos,
Santi Jiménez.

martes, 12 de febrero de 2013

Sí y No. Fotografía.


De nuevo la modelo es (creo)  mi hija mayor, Alba, que este jueves cumplirá 14 añazos.
Confieso que el último año me he sentido bastante nostálgica, echo de menos a mi niña.
Esta adolescente con incipientes curvas, recientes problemas de acné, exámenes a tutiplén y barreras físicas hacia su madre, la ha secuestrado y la nueva Alba no me deja que la achuche -como me gustaría- ni que le haga pedorretas, ni me da masajes, ni me pide que la coja en brazos, ni que la aplaste con todo mi cuerpo -que ya veré cómo puede conmigo-, ni nada de nada, más bien al contrario, se ha vuelto bastante huidiza.
De repente, las redes sociales, los móviles y los centros comerciales son, de largo, más atractivos que yo, en varios sentidos, ¡OMG!
 
Ciertamente tengo mis dudas sobre su verdadera identidad puesto que sigue siento bastante encantadora en numerosas ocasiones y tiene el mismo sentido del humor que la otra, la niña, y sus mismos ojos oscuros y esos labios carnosos, tan suyos. Pero no sé, no lo tengo muy claro.
 
Antes todo era muy sencillo, nuestros mayores problemas solían ser los resfriados o los dolores de tripita o algún disgusto con un compañero del cole, ahora las dudas, los problemas, podría decirse, que como ellos, crecen, pero también las alegrías, las satisfaciones, las espectativas, las oportunidades, el amor.

Cuando edité esta foto, realizada, casualmente, el día de Todos los Santos de 2012, la acompañé del siguiente texto:

Sí y No

Esto solía ser de lo más sencillo.
- ¿Quieres más galletas?
- No.
- ¿Has terminado los deberes?
- Sí.
- ¿Me puedo bañar ya?
- No, la digestión...

De repente, creo que hemos subido varios niveles, ya no tengo tan claro cuando tacho la casilla del sí o la del no. Sé que tus elecciones también se complican, te hablo torpemente sobre Asertividad, aprovechando que "estamos" estudiando para el examen de Ciudadanía y mientras, por la espalda, cruzo los dedos y no me queda otra que desearnos suerte.

Aprovecho desde aquí para desearos suerte también a tod@s l@s padres y madres de adolescentes, para que les acompañemos en su camino a la madurez de la mejor manera posible, sin morir en el intento.


Si te gustó puedes dejar tu comentario.
Saludos y gracias por leer.

Santi Jiménez.

lunes, 11 de febrero de 2013

Metamorfosis. Óleo sobre lienzo 1m x 1m.

La obra que hoy os presento es un obsequio de cumpleaños que hice a mi cuñada Vanessa, la hermana que nunca tuve y que mi hermano me regaló hace ya unos cuantos añitos. Se trata de una "Metamorfosis" , en ella asistimos a una suerte de transformación mágica en mujer, aún queda un rastro de la mariposa que fue, cuya huella percibimos en el tatuaje situado en su omoplato. El cuadro  pues, representa el paso a la madurez.
 
 
 
 
Esta mujer a la que admiro, ha crecido ante mí, la he visto desplegar sus alas majestuosamente, crecer, florecer, madurar, sacar adelante su trabajo, su familia, con elegancia y valentía, con fuerza, se cargó de responsabilidades siendo una niña y se ha convertido en una mujer imponente. La quiero y la respeto y esta obra es lo menos que podía hacer por ella.
Disfruté muchísímo realizando este óleo, el tamaño 1m x 1m es muy agradecido visualmente y el formato cuadrado me gusta, además el uso de los óleos y el liquin Winsor & Newton me resultó muy agradable. Winsor&Newton tiene una gran calidad. Pintar el cabello siempre me es muy grato.
 
Para Vanessa también hay canción, por supuesto, Desátame de la desatada Mónica Naranjo:
 
 

sábado, 9 de febrero de 2013

El tren. Fotografía tomada con el móvil.

 
  
 



Coge cada tren,

pero si pierdes alguno,

no te dejes vencer por el desaliento.

Estate atento,

siempre pasa otro.

Si no,

hay otros medios para llegar a tu destino.

Lo importante es no dejar de intentarlo.

Mantén tu ilusión intacta,

tu espíritu firme.

Si esto tampoco es siempre así,

debes saber dónde o a quién acudir

cómo rearmarte.

Recomponte.

Cree en ti.

Porque

TÚ PUEDES.


Te quiero.


 
Dedicada a mi hijo Álvaro.
Con el propósito de que le sirva y la esperanza y la ilusión de no olvidarlo yo tampoco.
 
Santi Jiménez.

Espigas. Óleo sobre tabla 50x70.

El paisaje que hoy os traigo es un regalo que hice a mi padre, mi Ángel. Normalmente me cuesta pintar paisajes, como ya os expliqué, pero no fue así en este caso. Tal vez por el destinatario, o quizá porque en realidad no es un paisaje, sino un retrato, su retrato, y esto lo descubrí meditando el pasado día cinco de febrero del año que corre.
En esta ocasión, no hice dibujo previo, pinté diréctamente con el pincel, a mano alzada, de una manera muy disfrutona y espontánea sobre la marcha y para las espigas hice uso de la espátula.
A él contemplarlo le resulta muy relajante, lo ha colgado en el comedor, en la pared situada frente a la mesa en la que come, se ve que es adecuado para una buena digestión.
 
 
 
 
 
Mi padre es nuestro refugio, nuestro remanso de paz, nuestro ejemplo, nuestro regalo.
Este paisaje eres tú, el día cinco lo volví a comprender, representa eso que te hace tan especial, por eso elegí esta imagen para ti y por eso este paisaje no es un paisaje, es un retrato, eres tú.
Tú eres nuestro paisaje sereno, donde hay espacio para todos, donde el aire es puro, relajado, limpio. Naturaleza generosa y desinteresada, que se nos da sin esperar nada a cambio, nada espera, todo lo da. Y en esa inmensidad, es capaz de hacerse pequeño y frágil, suave como una espiga para acariciarte, pero a la vez es flexible y fuerte para poder soportar las embestidas del viento sin abatirse, impasible al desaliento.
Te quiero siempre, papá.
 
Me despido de vosotros dedicándole una canción de Pastora Soler a mi padre, mi referente, mi guía, esa que lleva por título: La mala costumbre
 
                               
 
 

viernes, 8 de febrero de 2013

Naturaleza

 



Sin duda la naturaleza es uno de los más prodigiosos espectáculos que podemos contemplar, quizá por esta razón me causa tanto respeto, tanto pudor, la mera idea de intentar capturarla ni tansiquiera con el objetivo de mi cámara, ni mucho menos pensar en atraparla con mis pinceles.
Me puedo quedar boquiabierta, ensimismada y ojiplática ante una puesta de sol o un paisaje, ante una flor, o erizarme delante de la falda de una montaña o ante un magnífico campo de amapolas o un blanco y aromático jazminero, pero no me provoca pintarlos.
No sé muy bien cómo explicarlo, me parecería acaso un sacrilegio, una osadía por mi parte, emprender tan altanera batalla: sé que no sería capaz de igualar semejate creación "divina". Entonces, el reto no puede ser ése, no ha de tratarse de reproducir lo que ya existe. El propósito debe ser otro.
Con todo he fotografiado y pintado bastantes paisajes y efectivamente, la sensación no ha sido plena. Mi experiencia fotográfica ha sido bastante decepcionante en el sentido de que la cámara no ha captado el momento mágico al que asistía mi ojo. Cuando entusiasmado consultas la pantalla de tu cámara, ves que se pierden matices, luces, colores, campo de visión, volúmenes, relieves. Es preciso estar ahí, vibrar con la naturaleza, sentir su presencia, su emoción, palpitar.
En cuanto a mi experiencia pictórica, no es muy distinta. Lo que persigo cuando abordo un paisaje es transmitir ese impacto que causa la naturaleza en mí, en mi alma. La sensación que transmite, lo que sugiere, la impresión, la huella que deja. No me interesa tanto "copiar lo que veo o hacer algo que resulte bonito y agradable" o realizar una pintura efectista y resultona, llena de guiños al obsrvador y que me digan aquellos de: "¡Qué bonito, si parece una foto!" Lo agradezco, de verdad. Pero a mí me gustaría que el espectador se emocionara.
Será por eso que disfruto sobremanera con obras en las que se establece una conexión entre naturaleza y emoción, obras que nos hablan de calma, paz o, por el contrario, desasosiego, desorden, caos, etc.
Como dato curioso, ahora que reflexiono sobre estas cuestiones y haciendo recuento de las obras que he realizado con esta temática, observo que recurro con bastante frecuencia para su elaboración al uso de la espátula. La espátula me resulta ágil, expresiva y eficaz para estos menesteres.
En esta sección os iré mostrando distintas obras sobre paisajes con diferentes técnicas y materiales, espero que sean de vuestro agrado.
Gracias por vuestra atención.
Santi Jiménez.
 Espigas

domingo, 3 de febrero de 2013

El sabio. Fotografía.

Es increible la capacidad del niño para aprender y para enseñar.
Qué pena que no siempre estemos dispuestos a asistir a semejante espectáculo. Los actos de los niños son lecciones de vida impagables. Por fortuna, yo he recibido unas cuantas de mis hijos y me siento muy afortunada por ello. He tenido la dicha de verlos crecer, de verlos manejarse con el mundo, de enfrentarse a las dificultades y espero poder seguir disfrutando de esto por mucho tiempo. Los he visto resolver con ingenio e imaginación situaciones cotidianas, juegos, momentos y me he encontrando a mí misma preguntándome cómo lo harían ellos en determinadas circunstancias.
Esa visión fresca, sin adulterar, alternativa, creativa de la vida, esa mirada limpia, sin filtros, eso, eso no tiene precio.


El sabio

Son tantas las veces que debo pedirte consejo.
Sólo me tengo que sentar a tu lado y escucharte.
Esperar a que me cuentes un sueño
o que me relates un plan de futuro.
Que me descubras tu última aventura,
tu último propósito,
 tu última decisión.
Tengo tanto que aprender.
Gracias por tu mundo,
gracias por tu mente clara,
virgen,
nueva.
Te amo,
 Álvaro.
Mil gracias por pasaros y hasta la próxima entrada.
Santi Jiménez.

¿Hasta cuándo? Fotografía.

Esta imagen es un pequeño fragmento de una fotografía en la que Alba se cruzó, así que puede decirse que en la foto en cuestión ella no es la auténtica protagonista, sino más bien un afortunado "accidente" puesto que el hallazgo, a mí, me resultó precioso. Se me antoja una imagen poética, sutil, me da una sensación de imagen sumergida en el agua, cual sirena, mi sirena.
Cuando edité esta fotografía, como es mi costumbre, le agregué unas sencillas y sentidas palabras que me llevan poco más de un milisegundo, así que tienen muy poco de literatura y una alta dosis de amor maternal fuera de control (no apto para diabéticos).
 
 
 

¿Hasta cuándo?

Inevitable no sonar cursi
si tengo que reconocer que,
 aún hoy,
después de trece añazos
se me sigue poniendo la piel de gallina
con un gesto tuyo,
con una palabra de adolescente tuentitera,
con una carcajada histérica.
Todavía
me sorprendes con un nuevo reto,
me desarmas con una notaza,
con una espinilla,
con un noviete,
con un pequeño fracaso.
Eres lo peor,
me haces ser tan tan ñoña.
Alba,
Tq...
 
 
Gracias por leerme. Agradezco vuestra visita y comentarios.
Santi Jiménez.